El envasado sostenible de productos farmacéuticos

La cuestión de la sostenibilidad medioambiental es cada vez más urgente e impulsa la puesta en marcha de las medidas necesarias para paliar sus efectos como demuestran la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible firmada por la ONU y los objetivos de transición ecológica fijados por la Unión Europea.

En cuanto a los envases, la Unión Europea regula el tema de forma muy estricta con el objetivo de obligar a los países a que todos los envases del mercado comunitario sean reciclables para el 2030[1].

En este contexto, las empresas de envases farmacéuticos están llamadas a hacer que sus productos sean más responsables adoptando un enfoque de economía circular. La investigación en este ámbito ya ha dado importantes resultados y ya existen numerosas soluciones con un impacto medioambiental reducido.

La innovación de los envases sostenibles

La dirección general que han tomado las empresas de envases es hacia un modelo de diseño que haga los procesos de producción más sostenibles y acordes con la lógica de la circularidad. En concreto, se están adoptando criterios de diseño ecológico ya durante la fase de concepción del producto, como:

  • aumentar la proporción de materiales sostenibles seleccionados a partir de cadenas de suministro controladas y fuentes renovables. Empresas como Bormioli Pharma tienen el ambicioso objetivo de utilizar un 50 % de materias primas sostenibles en su producción en tan solo cinco años.
  • usar monomateriales para facilitar la separación de los distintos componentes durante el reciclado;
  • reducir el tamaño y el peso para reducir el impacto en el transporte y almacenamiento de mercancías. En el sector farmacéutico, por ejemplo, la investigación ha permitido desarrollar nuevos frascos de HDPE que permiten aligerar el producto hasta un 28 % y, al mismo tiempo, aumentar las propiedades barrera a la humedad en un 50 %.

En lo que respectan los envases secundarios, la Unión Europea está impulsando la sustitución del prospecto tradicional dentro de los envases de medicamentos por etiquetas holográficas o códigos QR que permitirían acceder a la información mediante el uso de un smartphone. Además de una reducción significativa del uso de papel, este tipo de soluciones también permitiría realizar un seguimiento del producto a lo largo de toda la cadena de suministro protegiéndolo contra cualquier forma de manipulación o falsificación, además de posibilitar la actualización inmediata de la información.

Materiales de envasado farmacéutico sostenibles: tres enfoques aplicables

Existen muchos tipos de envases y cierres sostenibles que pueden agruparse en tres enfoques diferentes.

Envases fabricados con materiales reciclados

Se trata de envases certificados para uso farmacéutico producidos a partir de materiales reciclados procedentes de cadenas de suministro externas controladas. Los frascos de plástico reciclado entran en esta categoría, como r-PET o r-HDPE.Los porcentajes de material reciclado pueden variar según el tipo de envase y, sobre todo, de las características del medicamento que debe contener. No solo es importante la composición del producto, sino también la elección de materiales procesados de forma responsable, con menor consumo de agua y energía, en una perspectiva circular.

Envases biológicos

Esta categoría incluye los envases fabricados con bioplásticos, compuestos total o parcialmente de recursos vegetales renovables. Algunos ejemplos podrían ser los pastilleros fabricados con PET de base biológica producido a partir de la caña de azúcar, o los accesorios fabricados con PLA derivado del almidón de maíz. La principal ventaja de estas soluciones reside en que se producen a partir de fuentes renovables: esto limita los problemas de agotamiento de las materias primas, además de reducir el uso de materiales fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero. Algunos de los productos biológicos también son biodegradables y pueden eliminarse de forma sostenible.

Envases «closed-loop»

El término «closed-loop» o «ciclo cerrado» se refiere a todas las soluciones producidas mediante un proceso circular que aprovecha el reciclaje y la reutilización del material de desecho para crear una nueva versión del mismo producto de igual calidad que su homólogo virgen y utilizable para el mismo fin. El producto, por tanto, no termina su ciclo de vida una vez que deja de utilizarse, sino que se reintroduce en la cadena de valor sin convertirse nunca en material residual. Esta categoría incluye las botellas fabricadas a partir de desechos de vidrio o frascos de Carbon Capture PET, un material plástico especial que se obtiene transformando las emisiones deCO2 en monómeros. Este último es un caso especialmente virtuoso, ya que no solo evita la generación de plástico nuevo, sino que al mismo tiempo permite convertir la contaminación en un bien.

La seguridad de los envases farmacéuticos sostenibles

Los envases primarios farmacéuticos -es decir, los que entran en contacto directo con el medicamento- siempre deben garantizar niveles de protección muy elevados y cumplir normativas estrictas.

También por estas razones la transición de los envases de un solo uso a los renovables es más difícil que en otros mercados, pero cada vez hay más estudios que demuestran la seguridad de las soluciones sostenibles para uso farmacéutico. Por ejemplo, se realizan pruebas sobre las sustancias extraíbles de los materiales que demuestran la fiabilidad de estos productos en todas las condiciones. Cada uno de ellos puede ir acompañado también de análisis detallados de ACV (Análisis del Ciclo de Vida) que, al evaluar la huella ambiental de un producto a lo largo de todo su ciclo de vida, demuestran un valor ambiental positivo de manera concreta.

Menos estricto es el marco normativo que regula los productos nutracéuticos y cosméticos, que hace tiempo que adoptaron envases respetuosos con el medio ambiente dentro de su cadena de suministro. Para estos productos cada vez hay más soluciones en el mercado, además de una mayor variedad de materiales.


[1]Propuesta de Reglamento del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a los envases y a residuos de envases, por la que se modifican el Reglamento (UE) 2019/1020 y la Directiva (UE) 2019/904 y se deroga la Directiva 94/62/CE.